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Crédito a corto plazo: resiliencia en medio de la agitación

Inflación persistente, riesgo arancelario y divergencia entre los bancos centrales. Los bonos a corto plazo pueden ofrecer resiliencia cuando los mercados no lo hacen.

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Investment Director, Fixed Income

Duración: 5 Mins

Date: 16 oct 2025

Los mercados han absorbido mucho en los últimos meses, desde el aumento de las tensiones arancelarias y el estancamiento político en Francia hasta la divergencia entre los bancos centrales y la inflación persistente. Pero la volatilidad no ha desaparecido. Simplemente se ha revalorizado.

En Estados Unidos, la Reserva Federal (Fed) ha reanudado la reducción de tipos (los recortó tres veces a finales del año pasado), pero la incertidumbre sigue siendo alta. La recesión ya no es un escenario marginal, y la presión política de la Casa Blanca, combinada con la falta de datos sobre el empleo debido al cierre del Gobierno, dificulta la labor de la Fed. No obstante, seguimos pensando que es probable que la Fed recorte los tipos en octubre y que vuelva a hacerlo en diciembre.

En Europa, la pregunta más apremiante es si el Banco Central Europeo ha terminado con la flexibilización o si, por el contrario, está haciendo una pausa antes de aplicar futuras bajadas. Las previsiones económicas actuales parecen coincidir en general con la idea de que este ciclo de flexibilización ha llegado a su fin.

Los aranceles también vuelven a estar en el centro de atención. Aunque puede que el momento de mayor incertidumbre haya pasado, Estados Unidos sigue utilizándolos como herramienta geopolítica. La última amenaza de Trump a China es un buen ejemplo de ello. La base jurídica de muchas de estas medidas está siendo revisada por el Tribunal Supremo. Se espera que las repercusiones inflacionistas de las anteriores subidas de aranceles sigan haciéndose sentir, aunque de forma más moderada de lo previsto inicialmente.

En este contexto, los inversores buscan resiliencia. Y la están encontrando en los bonos a corto plazo.

Los flujos hacia estrategias a corto plazo han alcanzado máximos históricos, con unas ventas transfronterizas en el tercer trimestre que han alcanzado los 7600 millones de dólares, la cifra más alta jamás registrada. El atractivo es evidente: los bonos a corto plazo ofrecen rendimientos atractivos, una menor sensibilidad a los tipos de interés y un grado de liquidez difícil de igualar en el mercado actual.

Analicémoslo más de cerca.

 

¿Por qué bonos a corto plazo?

A largo plazo, la consistencia de los rendimientos es un importante argumento de venta para el crédito a corto plazo. Durante los últimos 20 años, el crédito a corto plazo ha ofrecido 17 años naturales de rendimientos positivos, con sólo tres años negativos. En comparación con el índice de todos los vencimientos, que tuvo 14 años positivos y seis negativos, esta cifra es muy favorable. Esta relativa estabilidad se debe en gran medida a la menor sensibilidad del crédito a corto plazo a las fluctuaciones de los tipos de interés, lo que lo convierte en una opción de inversión más predecible, especialmente en mercados turbulentos.

Chart 1: Short-dated bonds: consistent returns

El crédito a corto plazo también cuenta con una tasa de equilibrio más alta que el índice de todos los vencimientos (véase el gráfico). La tasa de equilibrio indica hasta qué punto pueden subir los rendimientos antes de que la pérdida de precio del índice elimine el rendimiento anual. Debido a su combinación de niveles de rendimiento atractivos y baja duración, el crédito a corto plazo puede soportar mayores aumentos de los rendimientos antes de que se anulen los rendimientos. Esto proporciona un amortiguador frente a la volatilidad de los tipos de interés, lo que reduce el riesgo de imprevisibilidad de los precios y mejora la liquidez.

Chart 2: Short-dated breakeven rates

Una opción para salir del efectivo

Los fondos monetarios han sido, y siguen siendo, populares debido a sus atractivos rendimientos y perfil de liquidez, especialmente en los últimos años. Estos fondos proporcionan un acceso rápido a los activos con un periodo de liquidación de T+1 (día de negociación más un día), que se compara favorablemente con la mayoría de los fondos de crédito a corto plazo con sede en EMEA (Europa, Oriente Medio y África) con periodos de liquidación de T+3. Ante la posibilidad de que los tipos bajen a un ritmo más lento de lo que se pensaba, los rendimientos de los fondos monetarios han caído y se espera que sigan haciéndolo. Por ello, prevemos que los inversores acabarán abandonando los fondos monetarios en busca de rendimientos más atractivos, muy probablemente en bonos corporativos a corto plazo.

Creemos que una auténtica alternativa al efectivo debe ofrecer una liquidez similar a la del efectivo. Nuestra estrategia a corto plazo ofrece una liquidación T+1, equiparable a la de los fondos monetarios, al tiempo que trata de mejorar el rendimiento. Por lo tanto, los inversores no sacrificarán la flexibilidad a cambio de una rentabilidad potencialmente superior.

Aumentar el rendimiento mediante la diversificación

Aunque invertir en crédito de duración ultracorta puede ofrecer a los inversores un perfil de riesgo muy bajo, el verdadero valor reside en encontrar rendimiento adicional sin añadir riesgo de forma significativa. Creemos que hay tres formas de lograrlo, y las tres deben utilizarse de forma equilibrada para garantizar resultados coherentes.

En primer lugar, los inversores pueden bajar en la escala de calificaciones y añadir selectivamente bonos con grado de inversión de menor calificación y algunos bonos de alto rendimiento a corto plazo. En segundo lugar, los inversores pueden mirar más abajo en la estructura de capital para invertir en bonos subordinados de entidades tanto financieras como no financieras. Por último, los inversores pueden ampliar sus horizontes y buscar las mejores ideas a escala mundial, incluidos los mercados asiáticos y emergentes. Este enfoque puede crear potencialmente una cartera más diversificada, de mayor rendimiento y estable en comparación con los índices pasivos.

Conclusiones

Es probable que los mercados sigan siendo volátiles en el futuro inmediato. La amenaza de los aranceles puede haber remitido, pero podría cambiar rápidamente con los vientos políticos. Los bancos centrales se enfrentan a las presiones de una inflación persistente, el debilitamiento de los mercados laborales y el debilitamiento del crecimiento. Esta última consideración parece estar ganando terreno. Se esperan nuevas bajadas de tipos por parte de muchos bancos centrales, incluida la Fed.

En el clima actual, creemos que los inversores deberían considerar una asignación a crédito a corto plazo. Los gestores activos con una mentalidad global pueden seguir encontrando activos que ofrezcan un rendimiento atractivo y una rentabilidad superior al efectivo, con solo un aumento moderado del riesgo. Una propuesta atractiva para los inversores que buscan claridad en un mundo volátil.

Próximos pasos

Capacidades destacadas

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