Los inversores ha evitado las small caps durante bastante tiempo. Pero eso podría estar a punto de cambiar. Con unas valoraciones atractivas y unos tipos de interés a la baja, los inversores buscan activamente diversificar —en rentabilidades, regiones, sectores y estilos de inversión— más que nunca. Ahora podría ser el momento de que las pequeñas capitalizaciones brillen.

Analicemos el contexto

Como inversión a largo plazo, las pequeñas compañías son difíciles de superar. Desde que se dispone de datos fiables, en enero de 2001, han superado sistemáticamente a sus homólogas de más tamaño en todas las principales regiones. Europa destaca sobre las demás: a lo largo de este siglo, las pequeñas compañías europeas han sido la clase de activos con mejor rendimiento de los mercados desarrollados —excepto a principios de 2002 y durante un breve periodo entre finales de 2024 y principios de 2025—, superando tanto al S&P 500 como a la renta variable mundial [1].

 

Chart 1: Stellar Performance for European Smaller Companies

Los últimos años han sido difíciles para las small caps, que han quedado por detrás de sus homólogas de mayor tamaño. Esto se ha debido a numerosos factores, entre ellos el aumento de los tipos de interés, la incertidumbre geopolítica y el fenomenal rendimiento comparativo de las siete empresas tecnológicas conocidas como «Magnificent 7».

Pero la situación ha cambiado. Desde que el presidente Trump introdujo sus aranceles del «Día de la Liberación», las empresas más pequeñas han experimentado un fuerte repunte. Las small caps europeas han subido un 23 % en solo dos meses. ¿Por qué? Las empresas más pequeñas están más centradas en el mercado nacional que sus homólogas internacionales de gran capitalización, lo que las protege de las amenazas arancelarias y de las interrupciones de la cadena de suministro. Por su propia naturaleza, las small caps son más ágiles que las grandes, que son más difíciles de manejar, y a menudo son más capaces de aprovechar rápidamente los cambios en la dinámica del mercado.

Es importante destacar que creemos que este repunte podría ser un trampolín para que las empresas más pequeñas obtengan mejores resultados en los próximos años.

Oportunidades atractivas

Tras un periodo de bajo rendimiento, las valoraciones de las small caps están en niveles atractivos. En diversos submercados, las small caps cotizan a precios significativamente más bajos que sus homólogas de gran capitalización. En ningún lugar es esto más evidente que en Europa, donde las pequeñas compañías son las más infravaloradas a nivel mundial, con una relación precio-beneficio (P/E) a 12 meses de 13,7.

Este nivel de diferencia relativa de precios se registró por última vez durante la crisis financiera mundial de 2008. Aunque siguen existiendo riesgos, creemos que el panorama general de inversión actual es mucho más favorable que hace 17 años, lo que hace que las valoraciones actuales sean especialmente atractivas para los inversores que buscan rentabilidad a largo plazo.

El catalizador de la bajada de tipos

Los tipos de interés están bajando y la historia sugiere que las pequeñas compañías se beneficiarán de esta tendencia. Desde junio del año pasado, el Banco Central Europeo ha recortado los tipos ocho veces, situando el tipo de depósito básico en el 2 %. En los últimos 70 años, las empresas de pequeña capitalización han obtenido sistemáticamente mejores resultados que las de gran capitalización durante los periodos de flexibilización monetaria. Históricamente, durante los primeros 12 meses de un nuevo ciclo de recortes de tipos, las empresas de pequeña capitalización han generado casi el doble de rentabilidad que las de gran capitalización [2].

Apostar por la diversificación

El apetito de los inversores por la diversificación se está intensificando en un contexto de creciente incertidumbre geopolítica, y los clientes buscan una mayor exposición a diferentes regiones, sectores y estilos de inversión. Las small caps ofrecen este tipo de diversificación.

A diferencia de las compañías de mayor tamaño, las small caps tienen una composición sectorial distinta y tienden a estar más centradas en el ámbito local. Esto las hace menos susceptibles a los acontecimientos geopolíticos. También ofrecen a los inversores acceso a empresas que simplemente no existen en el universo de las grandes capitalizaciones.

El interés por las small caps europeas también está cambiando. En los últimos meses, hemos mantenido más conversaciones que nunca con inversores asiáticos que ven las small caps europeas como una forma estratégica de ampliar sus carteras.

Al mismo tiempo, el entusiasmo de los inversores estadounidenses se ha reactivado. En las recientes conferencias de empresas celebradas en Londres y Estocolmo, un número significativamente mayor de instituciones internacionales y estadounidenses indicaron que estaban analizando de forma activa las oportunidades europeas, lo que supone un avance alentador.

Más allá de la macroeconomía

Durante años, Europa ha experimentado un crecimiento económico más lento que gran parte del mundo. El panorama parece mejorar. El plan de inversión de 500 000 millones de euros de Alemania tiene el potencial de dar un impulso significativo a las pequeñas empresas alemanas y europeas. Sin embargo, las mejores compañías de pequeña capitalización no dependen de un contexto macroeconómico específico para tener éxito a largo plazo.

Un buen ejemplo de nuestra cartera es la empresa constructora británica Morgan Sindall. Desde una perspectiva top-down, su sector y su ubicación podrían sugerir un crecimiento lento, lo que lleva a algunos inversores a pasarla por alto. Sin embargo, mediante un enfoque bottom-up, centrado en la alta calidad de los beneficios, el liderazgo sólido y las elevadas barreras de entrada, creemos que Morgan Sindall se ha convertido en una inversión destacada.

Alemania ofrece otro ejemplo convincente. A pesar de un prolongado periodo de bajo crecimiento, varias empresas alemanas han ascendido a lo más alto de nuestra cartera, entre ellas CTS Eventim, Rational y Nemetschek.

Pasemos a la acción

Las estrategias activas y pasivas tienen su lugar en todas las clases de activos. Sin embargo, las small caps suelen presentar ineficiencias únicas que hacen que la gestión activa sea especialmente ventajosa.

La cobertura por parte de los analistas de los small caps es mucho más limitada que la de las grandes. Además, los análisis existentes suelen proceder de especialistas del sector del lado vendedor, que a menudo se centran en las tendencias generales del sector en lugar de en las oportunidades de las acciones individuales. Un gestor activo experto puede encontrar un valor significativo.

Hay otras consideraciones adicionales. Muchas soluciones pasivas en small caps no son sustancialmente más baratas que sus homólogas activas. Sin embargo, carecen de la flexibilidad necesaria para aprovechar las ineficiencias del mercado o para acceder a oportunidades fuera del índice de referencia. Además, los datos históricos sugieren que solo alrededor de un tercio de las acciones de pequeña capitalización obtienen mejores resultados que su índice, lo que significa que los enfoques pasivos asignan de forma inherente una gran proporción a acciones con bajo rendimiento. Por el contrario, los inversores activos se centran exclusivamente en posiciones de alta convicción, seleccionando acciones por su potencial y no simplemente por su inclusión en un índice.

Los inversores institucionales complementan cada vez más la exposición pasiva a la gran capitalización con la pequeña capitalización gestionada de forma activa. Esto supone un cambio potencial en la construcción de carteras y confirma las ventajas del alfa y la diversificación de las acciones de menor capitalización.

Todavía hay un margen de crecimiento significativo entre los inversores. Por ejemplo, aunque las small caps representan el 14 % del índice general del mercado europeo, la mayoría de los inversores solo asignan entre el 7 % y el 10 % de sus carteras a acciones de menor capitalización [3]. Creemos que muchos inversores siguen anclados en la mentalidad obsoleta de que «Europa carece de crecimiento y es barata por una razón». Para aquellos que adoptan una nueva perspectiva, las ventajas son evidentes.

Conclusiones

Tras un periodo difícil, las small caps se han recuperado. Para los inversores familiarizados con esta clase de activos, este resurgimiento no es ninguna sorpresa. Los aranceles y los recortes de tipos han actuado como catalizadores a corto plazo, pero son los fundamentales a largo plazo los que llaman la atención. Las valoraciones son atractivas y la solidez subyacente de las empresas sigue siendo robusta.

Las small caps siguen ofreciendo acceso a una amplia gama de empresas de alta calidad. Las ventajas de la diversificación no han disminuido. Es alentador que estas características estén atrayendo la atención de inversores institucionales estadounidenses y asiáticos que antes se mostraban cautelosos. Muchos consideran ahora que este tipo de compañías son un complemento valioso para una estrategia pasiva de gran capitalización. En resumen, vuelve a ser un momento atractivo para los inversores en small caps.

Las empresas se seleccionan únicamente con fines ilustrativos, para demostrar el estilo de gestión de las inversiones descrito en el presente documento, y no como recomendación de inversión ni indicación de resultados futuros.

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  1. Morningstar, 31 May 2025.
  2. Federal Reserve Board, Haver Analytics, Centre for Research in Security Prices. The Chicago Booth School of Business, Jeffries, William Blair, as of 31/10/2023.
  3. Morningstar, 31 May 2025