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La perspectiva de inversión

Macro: seis temas que redefinirán la inversión en un nuevo orden mundial

Las tensiones geopolíticas, la fragmentación económica y los cambios en las correlaciones entre clases de activos están redefiniendo el panorama de la inversión. Comprender estas fuerzas es esencial para los inversores que buscan resiliencia y oportunidades.

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Chief Economist
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Duración: 6 Mins

Date: 11 dic 2025

La economía mundial está experimentando cambios radicales. Los titulares sobre guerras comerciales, inestabilidad política e inflación son más que preocupaciones pasajeras: señalan una transformación fundamental en el funcionamiento y la interacción de los mercados. 

A medida que las placas tectónicas de las finanzas y la política internacionales siguen cambiando, los inversores se enfrentan tanto a mayores riesgos como a nuevas oportunidades. Estos seis temas pueden ofrecer una hoja de ruta para comprender este entorno en evolución:

Riesgo geopolítico: la nueva normalidad

El riesgo geopolítico es ahora un elemento permanente en el panorama de las inversiones. El mundo ha pasado de un período de relativa estabilidad a otro marcado por una incertidumbre persistente.

El poder se distribuye cada vez más entre múltiples actores globales, mientras que las instituciones tradicionales, como el FMI y el Banco Mundial, están perdiendo su influencia estabilizadora. La interdependencia económica, que antes era una fuente de seguridad, ahora puede utilizarse como arma mediante aranceles, restricciones tecnológicas y el control de minerales críticos.

Para los inversores, esto significa que es probable que las crisis geopolíticas sean más frecuentes y disruptivas. Nunca ha sido tan importante crear carteras que puedan resistir estas crisis, mediante la diversificación regional, sectores resilientes y un análisis de escenarios sólido.

Balcanización económica: ganadores y perdedores

La globalización está dando paso a la balcanización económica, o fragmentación. Las barreras comerciales están aumentando, con un incremento del tipo arancelario medio de EE. UU. desde abril. La relación entre EE. UU. y China sirve ahora como eje central para la alineación económica mundial, influyendo en las decisiones de fabricación y los flujos de capital

Sin embargo, la fragmentación no significa que todos salgan perdiendo. Algunos países, como México y los de Europa del Este, están bien posicionados para beneficiarse de los cambios en los patrones comerciales y los nuevos centros de fabricación.

Los sectores vinculados a la resiliencia de la cadena de suministro, los minerales críticos y los inmuebles «a prueba de futuro» también pueden ofrecer nuevas oportunidades. Los inversoresque miren más allá de los titulares e identifiquen las regiones y los temas con potencial de crecimiento estarán mejor preparados para prosperar.

Diversificación: replantearse la vieja estrategia

La clásica cartera compuesta por un 60 % de acciones y un 40 % de bonos, considerada durante mucho tiempo el estándar de oro de la diversificación, está perdiendo su eficacia.

Ahora son las crisis de suministro, y no las de demanda, las que dominan el panorama económico. Las perturbaciones derivadas de la geopolítica, el cambio climático y las pandemias tienden a frenar el crecimiento económico y a impulsar la inflación al mismo tiempo. Como resultado, las acciones y los bonos, que antes se movían en direcciones opuestas, ahora suelen subir y bajar juntos.

Los métodos tradicionales de diversificación de carteras ofrecen menos protección. Por eso los inversores buscan soluciones alternativas en los mercados privados, las materias primas y los activos menos expuestos a las fluctuaciones macroeconómicas. Una construcción de carteras más inteligente y flexible es esencial para la resiliencia en este nuevo orden mundial.

Independencia de los bancos centrales: bajo presión

La independencia de los bancos centrales, piedra angular de las finanzas modernas, se enfrenta a retos sin precedentes. La presión política sobre instituciones como la Reserva Federal de Estados Unidos es cada vez mayor, y los nuevos nombramientos y los retos legales amenazan con remodelar el liderazgo y la orientación de las políticas.

 A nivel mundial, los bancos centrales se ven cada vez más involucrados en debates políticos y se les asignan objetivos que van más allá de la estabilidad de los precios, incluyendo objetivos climáticos y sociales. El riesgo es que la política monetaria se vuelva menos predecible, los inversores pierdan la confianza en la capacidad de los responsables políticos para controlar la inflación y aumente la volatilidad del mercado.

Los inversores deben prestar mucha atención a estos cambios de política y prepararse para una gama más amplia de resultados en los tipos de interés y los precios de los activos.

Señales del mercado de bonos: deuda y déficits

Los niveles de deuda mundial han alcanzado máximos históricos, con ratios deuda/PIB superiores al 100 % en muchas de las principales economías. En Estados Unidos, el déficit se sitúa en niveles poco habituales en períodos de pleno empleo.

El aumento de los costes del servicio de la deuda está ejerciendo presión al alza sobre los rendimientos de los bonos a largo plazo, mientras que la inestabilidad política en países como Francia, Reino Unido y Japón se suma a la incertidumbre. La posibilidad de una crisis del mercado de bonos, aunque no es nuestro escenario base, es un riesgo que no se puede ignorar.

Esto tiene implicaciones de gran alcance para la construcción de carteras y la tasa libre de riesgo —el rendimiento teórico de una inversión con riesgo de impago cero, o la inversión «más segura»— que se utiliza en los modelos financieros. La vigilancia y la flexibilidad son esenciales a medida que los mercados se ajustan a estas nuevas realidades.

Concentración del mercado de valores estadounidense: es hora de mirar más allá

En los últimos años, un reducido grupo de grandes valores tecnológicos estadounidenses han dominado la rentabilidad bursátil mundial, lo que ha dado lugar a una elevada concentración del mercado y a valoraciones exageradas.

Si bien esta tendencia ha dado lugar a un sólido rendimiento, también ha introducido vulnerabilidades. De hecho, nuestro trabajo de asignación estratégica de activos sugiere que la rentabilidad de la renta variable estadounidense podría ser inferior a la media en los próximos cinco a diez años. Es posible que se encuentren oportunidades más atractivas en China, el resto de Asia y algunas partes de Europa, donde las valoraciones son más interesantes y están surgiendo factores estructurales favorables.La diversificación de las fuentes geográficas de rentabilidad ya está en marcha, y la rotación de las acciones estadounidenses hacia regiones que ofrecen mayor valor podría convertirse en un tema determinante. Los inversores que diversifican a nivel internacional y buscan mercados infravalorados pueden estar mejor posicionados para el crecimiento del capital a largo plazo.

Conclusión

La inversión está siendo remodelada por fuerzas que exigen un enfoque más adaptable y en sintonía con el panorama global. El riesgo geopolítico, la fragmentación económica, la dinámica cambiante de los mercados y los cambios en el liderazgo bursátil exigen a los inversores que se replanteen las estrategias tradicionales y adopten nuevas fuentes de diversificación.

El éxito en este entorno dependerá de la capacidad de anticipar los cambios políticos, identificar los sectores y regiones resilientes y construir carteras que sean flexibles y con visión de futuro. A medida que el nuevo orden mundial sigue evolucionando, quienes se mantengan ágiles y abiertos al cambio estructural estarán en mejor posición para navegar por la incertidumbre y aprovechar el crecimiento a largo plazo.

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